Sentimientos
guardados en barcos
que caben en botellas
de cristal,
faros a la luz de las
velas,
tardes de domingo sin
salir
pero nunca solitarios
en el sofá
viviendo lejos, más
allá del televisor.
Testigo de sucesos
inevitables como vivir
las promesas incompletas
recogidas en un buzón.
Cartas que son
aviones de papel.
Palabras ahogadas en
café.
Y preguntas,
preguntas difíciles.
Aunque haya a veces
preguntas que no aceptan dudas,
¿Cómo será el pijama
de la noche y los pies del tejado?
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