viernes, 30 de diciembre de 2016

Cuarto menguante

Rodea fina las cerdas
de la cuerda apretadas
como un rumor suspendido.

Muerde la yugular
pero no brota
ni corren manos
cerca de la verticalidad.
Y se estremece
el recuerdo
pero no llueve.

Tampoco tiene clima
el globo marrón
atado a tus pestañas.

Huele al dolor alineado
de un cuerpo en el delirio.

No hay tanta diferencia
entre el orgullo y el orgasmo.

Traga, saborea, conjúgalo.

Ambas palabras dependen
de plurales sin prejuicios.

El clímax alcanza la vértebra
cuando se rompe a la altura
del corazón y bombea nervioso
una imagen derrumbada.

La nieve y las flores
en paz, se tocan delicadas.

No existe orgullo en el color
de sus lunas.

Unas veces negra y escondida.
Otras plena y blanca.




miércoles, 28 de diciembre de 2016

Petite tige de bois qui s'enflamme par friction

Si cada dedo
fuera una cerilla,
su fósforo hosco,
la brevedad
de la chispa
muriendo para
alumbrar tímidamente
las antorchas
en las grutas
que se hacen
al sujetar un cuerpo
en la fuerza del orgasmo.

Hasta convertirnos en fantasmas.

¿Y si mi castigo fuera
como apagar una luz
en el infierno?

Tocaría hasta arder el cuero mudo
envuelto entre tu cuerpo y el mio.

Hasta convertir en despojos
la sed húmeda en tu torso,
memorizando la pira
hueso a hueso.

En la yema de la aguja.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Prestigio

¿Cúal es el truco?

Tú, prestigio
obsoleto y agitado
en los dedos
de la carne del
prestidigitador.

La ilusión, el acto.

Amar, ser y odiar.

Nunca ser correspondido.

Y entonces sólo
importa quién
está dentro de la caja,
atrapado en el foso.

Y entonces solo llega
tu aplauso cuando
reaparece eterna
la pregunta.

¿Somos sólo una ilusión
imaginada en las terribles
manos de una magia incierta?

O la verdadera ciencia
es pura química equivoca
y ardiente dentro del pecho.

Esperando que esto sea cierto.

Amar, ser y nunca odiar;
Si no es contigo.


jueves, 22 de diciembre de 2016

Dacia

En el diálogo tranquilo
de la noche ya no
queda ningún homenaje.

La muerte nos tocó en el
momento que comenzamos
a amar.

La adolescente nocturnidad
y la prisa pausada de la
ciudad cuando nadie
la camina.

¿Quiénes cruzan los semáforos?
Ellos también se paran.

Aunque no conozcas
la traducción
ni los colores
de sus voces.

¿Recuerdas el trayecto hasta mi coche?

O tal vez.

La primera vez que exploramos
juntos la intimidad amortiguada
en la parte trasera de aquel
tanque blanco traído del este.

Tú me contaste quién eras
y yo escuchaba quién quería ser.

Pero la muerte no elige los momentos.

Y amar esperando que ocurran
las cosas es todo lo que nos queda
cuando estamos lejos de la ciudad,
y ya nadie cruza los semáforos.


miércoles, 21 de diciembre de 2016

Quemarse a lo Bonzo

Hierve la fiebre
en el aliento
despistado
de la piel
incendiada.

Nuestro corazón bombea lodo.

Y las manos desafinan
al tocar el silencio
de esta parte, o la otra.

Posiblemente
  - Las tarántulas caduquen
        antes que la leche.

¿Eres feliz?
¿Eres feliz?
  Eres feliz.

Estaba seguro que esta vez sería definitiva.

Pero nadie se presento,
¿Por qué enterrar el cuerpo?

Voy a quemarme con todo.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Deixis

Por qué cae siempre
tan profundo y hondo
el crepúsculo
en el espacio eterno horizontal.

El vértice señala la deixis.

No ocupa su lugar el fantasma
de su ángel.

Bendecido con la cera de sus alas

Intenta arañar el rayo que caliente
sus ojos atados, ladrados y en
paréntesis.

Mira es la consecuencia de sus actos.

Quiso parecer otra ave intentando
huir lejos del dolor de las ramas
que crecen en el tronco de los hombres.

La ceguera y el amor son ya en su corazón
una vela consumida permanente.

Una resurrección, una muerte.
Tres días.

Ya no camina en la hostilidad
que divide el mundo
cuando en unos lugares es de noche
y en otros todavía sigue amaneciendo.

"No hay nada que pueda entregarle el espacio eterno"

viernes, 16 de diciembre de 2016

Infinitos anteriores

Abres el adjetivo
convocado, y como
un licor trasparente
tus mejillas emborrachan
la intuición común
de una despedida.

Aún no ha terminado
de brotar la tristeza.

Quise tocar tantas sombras.

Perseguido por un fantasma
en la pared.

Se parecen a los círculos
que rompen grano a grano
el tiempo goteado
y vertido encima de algo
tan absurdo y despellejado.

¿Quién no reconoce el alma
que hay en los objetos?

El adorno intacto, tu espectro,
hablo de la esencia que
dejan las cosas, los olores,
el tacto infinito de algo
tocado con anterioridad
por ti.

El límite aún caliente
del Verano en el que
conocimos la pobreza
y la ausencia de ropa.

Por qué te despides
de mi así, tranquilamente
al margen de la edad
que tengamos, sentiría
igual caer la arena
hacia arriba de la copa
partida en dos rombos
que nos conceden
los últimos resquicios.

Y un último adjetivo sincero
que se pronuncia como
un hechizo antiguo y común.

El amor es... lo que te digan los demás.

Para mí es... cada vez que te veo
infinita y tocada
en mi anterioridad.


miércoles, 14 de diciembre de 2016

Lo Inefable

Voy a despellejar
tu retina a cuchilladas.

El beso capilar
de la carne
que busca más
que carne.

Es más tirana la estética
de un cuerpo desnudo
en vertical
empujando gravemente contra otro.

Quiero joder con los ojos del otro.

Hundir el pecho,
reptar contra el hueso
hinchado y exudar
blanco y correoso,
mientras empapados,
tus muslos se rasgan
en violencia y placer.

 -"¿No habéis sentido nunca el extraño dolor
de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?"

Delmira Agustini lo expresaba: "Lo Inefable"

Yo sólo diré que pensar en ti así:
Jodiendo en los ojos de otro,
en la mueca extraña de su cuerpo
censurado.

Es sabotaje.

No es que no se pueda decir,
es que por más que pienso en ti.

No dejo de pensar de aquella manera.

Cómo cuando se piensa que no se sabe
que decir, porque tu imagen desnuda
en la cabeza ocupa mil palabras
que pondrían todo lo que te escribo
así.

En entredicho, entre vivido y recordado.

Ahora el dolor es más líquido,
y mis pensamientos no calman el hambre.

Sonos vocis, qui humet me incertum.

martes, 13 de diciembre de 2016

ゴジラ [Gojira]

"Cuando abrió los ojos
  el dinosaurio seguía ahí."

También seguía Tokio
incendiado, su garganta
plateada y su luz
empaquetada de caja
de música china.

Sé que no tiene que ver;
Oriente es aquí igual para todos.

Es un racismo común y compartido.

Odio caer en generalidades.
Siempre hay alguien que
argumenta: "todos somos iguales"

No es verdad.

Por qué si no iba a abrir
los ojos, y aquel lagarto
iba a incendiar aquella ciudad.

Porque se incendia
aquello que no se comprende.

Incluso cuando se entiende
que la ciudad me recuerde
a este lagarto encadenado
que no deja de pensar en nosotros
o en Tokio.

Da lo mismo.

Tanto tú como aquella ciudad

Seguís ahí incendiadas
cada vez que abro
los ojos e interpreto
de nuevo como debió
ser tu piel

Antes de incendiarse
por última vez.

Me quito las escamas
el reguero de sangre
sigue todavía fresco.

Déjame envolver Tokio con tu piel.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Nient'altro che macerie

Es discreto el sabor
de la niebla;
Puro plomo,
se deshace como
si el aire eligiera
tener hueso.

El rencor de la carne
inyectado en la jeringa,
su astilla clavada
en el frío del pulmón.
Amanece impregnado
de rencor y escepticismo.

5 sentidos cuestionados.

Los ojos tocan
el sonido áspero e
inhalado en la
lengua recurrente
de algún gorrión.

Esto no tenía
por qué acabar así, lo sé.

Perdóname, Esther, pero.

Vivir dentro de la niebla
es como recordar un mundo
de sentidos sin ti.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Autor: Shiki; El haiku más breve de la literatura japonesa.

Cede el color blanco,
invade el ojo y el parpado
apunto de unir mitades
en lo que se mide una pestaña.

Son elegantes brazos con los
que acercar a tocar la imagen
del otro.

El llanto de una pulga
todavía suena más vacío
dentro del hoyo imparcial
de las pupilas.

Nos vestimos en el orden
que nos impone la extremidad
de nuestros cuerpos.

Mira como se construyen los dedos,
su tacto de resaca cuando bordean
en luto la memoria de un muslo contra otro.

"Me voy;
te quedas:
dos otoños."


sábado, 10 de diciembre de 2016

La teoría del Otro

"El cadáver era de otro"

La elipsis de su cuerpo
como de h intercalada.

La infancia de los gusanos
crecía en sus manos
entre los poros podridos
y ridículos de su gesto inexpresivo.

Me recuerda al calibre de los ciervos.

Incluso en su hora más alejada
en el escalofrío del bosque,
el aullido de la bala todavía
goteaba en la sien.

Las huellas del cazador se confundían
en el rocío de la escarcha.

El cuerpo de los muertos
siempre se mantiene fresco
en sus primeros intentos.

Un cuerpo existe sólo para
verificar nuestra propia existencia.

¿Y el resto, qué pretenden enseñarnos?

No amanece igual para todos los cadáveres
este en concreto, no era el mío.

"Era de otro"



jueves, 8 de diciembre de 2016

Ilinx

Te abrieron desde la mandíbula
al sexo.

Huésped de Dios.

Pinté con tu sangre mi piel,
Comí de tu carne,
y sacié el apetito
de los ángulos que se invierten
obtusos de boca a boca.

Sabe dulce y blanco como una oración.

Es una pupila negra la rutina hinchada
que observa detenidamente
como penetra el tiempo y se cobija
para crecer más apartado.

El oxígeno tiene ese color leve
de dar vida por accidente
en el vértigo de los átomos.

"El Sol ahora es negro, y no puedo ver el día"






miércoles, 7 de diciembre de 2016

Rectángulos en círculo

Puede que no comprendas,
como me siento (lector).

Pero escucha atentamente
esta advertencia.

Ninguna ninfa otorga
pétalos en su seno
sin la sonrisa risueña
de los desgraciados
que corren tras ellas
con manos de agua.

Ella, tan pura en su forma.

Su carne huele a hierba después
de llover.

Y siempre llueve en mis dedos
cuando intento tocar con gracia
alguna forma en la que nos imaginaba.

Se convirtió en un saco de espinas
aquel cuerpo lavado de laurel.

Hoy su corona clavada en mi cráneo
hace más sangrante la tranquilidad
con la que se piensa en un cuerpo
desnudo y en desuso.

Ella, dando forma, alimentando
las gotas para que no mojen más.

Lo leías cada vez en voz más baja:
"...Cuántos años aquí, pero en fin, tú eres joven:
de otro, serás de otro, como antes de este beso"

Frecuentemente no es una palabra que me ocurra en absoluto.

Pero el plural de una persona
se mide por la capacidad
de olvidar dónde dejo las cosas
de dudosa pertenencia o voluntad.

Frecuentemente me repito, "No volverá a llover"

El talón enganchado de alguna
cortina nos hace participes
cuando llueve.

Pero escucha esta advertencia lector:
Cuando llueva, intenta estar al otro lado.

Frecuentemente suelen calar las personas.
Pero frecuentemente es una palabra que no me ocurre en absoluto.

Todo se acaba y siempre termina de llover.



martes, 6 de diciembre de 2016

Cunnilingus

Piensas en el dialogo
secreto de mis manos
desnudándote frente a frente,
intuyendo las direcciones
de los dedos enroscados
en el límite entre piel
y carisma, lo que diferencia
a los hombres, lo que enmudece
debajo a las mujeres.

Entre yo y la guerra.
Entre yo y la muerte.

El mundo se estrecha
y no madura ya la ambición
de un beso aquí o allí.

Hace tiempo que pienso
que en la oscuridad
se agitan los cuerpos
distintos, como buscando
ciegamente algo que no se
ve a la luz.

Se derraman en el líquido fértil,
buscando lo que fluye igual
que un reguero goteado
de carne y tiempo.

¿Recuerdas cómo envejece la piel
en los relatos que se oxidan
en los nombres de los que antes
enmudecían o estrechaban tu nombre?

Aquí abajo.

Dónde la lengua parte en dos
lo que te hace tan mujer.

Y hace enmudecer mis labios salpicados.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Cárites

Y si es verdad que nacimos para morir

Quiero que en la quietud
de la mano tirana e incompleta
del puño del corazón de los leones;
Descanse el holocausto en
su pedregal.

Que las estatuas sin huesos
y las alas caídas de las
hermosas piedras de los ángeles

No manchen el Rosario de la madre.

Oh, piedad,
Oh, clemente aguja.

Que tu ceguera no sea nada más
que los ojos que comparto

Cuando intento mirar para otro lado
y lo único que encuentro
es la expresión afligida y serena
de la mujer que ato sus manos
con lenguas de serpiente.

Salve, Regina, Mater misericordiae,
vita dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, exsules filii Hevae,
ad te suspiramus, gementes et flentes,
in hac lacrimarum valle.

Fruto del vientre, reina sucesora
caminante entre camelias.

Y si es verdad que todo esto es cierto.

Nací equivocado, crecí en el horror,
en la expresión más aguda del
rostro inexpresivo de las figuras
que observan el tiempo posado
en la vena inerte del alabastro.

De que valen tus exequias de oro;
Si todo lo corrompes en el beso diario de la gracias.

"Con júbilo florece la belleza"

Aunque nazca todo de ti.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Plural en absoluto

Desde la nuca
de algún rascacielos.

Cruzan las luces su festividad.

Parpadean los abrigos,
pueden ser una orilla
sin pecho.

El silencio no es una palabra
totalmente humana, totalmente completa.

Sigues codiciando el olor
de la carne emparejada
con el hueso, la danza macabra
de borde a borde.

Sonríes, me muerdes el labio.

Me miras, y esperas que el silencio
no nos complete totalmente.

Son rivales totalmente opuestos.

Ella no está completa todavía,
y creo que espera todavía
que la diga algo.

Esa inquietud dedicada
e impaciente del que habla
del silencio como si fuera
una tercera persona.

¿Existe un plural más absoluto
que este silencio sin ti?

viernes, 2 de diciembre de 2016

Culo de puerco

Todavía cuelga pálida
tu sonrisa, es una soga
agradable y silenciosa.

Seca y estrecha
la garganta de los cisnes.

Nacen invisibles las musas.

Eco, danzando en una distancia
que no es la nuestra, ni la tuya.

Sus alas tristes fugan,
no saben ir sin que las lleven.

Muéstrame el rostro
del anfitrión,
tú que no serás nunca
la que me reciba,
tú que no serás voz,
tú que no eres tú.

Qué puedo pedir y que me lo des.

Mejor;
Qué puedo ofrecer y que lo cojas.

O tal vez:

La tristeza sea entender
una piel despegada y apagada
enterrada en un sepulcral
coloso, con su mirada átona,
con sus manos temblorosas
sujetando el aliento que insufla
alma a las palabras cuando piensas:

Amor, he querido darte lo peor de mí
porque soy todo lo que conozco.

Y nunca nadie pediría un cuello roto
del que colgar una cadena perpetua.

No es la soga lo que aprieta.

Es ver que no puedo pedir nada,
porque sólo tengo una cuerda
sin un extremo al otro lado
que ofrecer.


jueves, 1 de diciembre de 2016

Templado

Entre cuerpo y cuerpo
la gravedad que nos
separa, es una esfera
pulida y seccionada
de cráneo a cráneo.

Brota el color negro
la pupila se dilata.
Siento la inmensidad
tan pequeña y redonda.

¿Puede mostrar piedad
algo infinito cuándo se para?

Consume el primer beso.
Caen los dientes de leche,
su perfume putrefacto
el pánico impactado
en la encía
sangra las últimas
sílabas de tu espectro.

Y la entraña, y el Edén,
y la carne y las rosas.

Pintura fresca derretida
con la yema aún caliente.

Desnudos y opuestos
se completan carne y hueso;
El nervio o el tejido
virginal de la palabra
antes que la sal sin saciar
del globo.

Redonda, inmensa,
infinita, pequeña.

Y así la estación
vuelve a masturbarse.

El tiempo no muestra piedad.

Y recuerdo tu primer beso
como algo parado en el pecho,
aún caliente.