Sombra tras sombra
crecieron dientes
parecían ramos regalados.
Primero la piedra pulida
y blanca,
y pulida.
Después la memoria
como un conductor advertido
por el ancho de sus luces.
Cuántas veces has hecho este viaje
La empuñadura del estómago
escupía todavía las larvas
que nunca legaron
ningún ala moribunda
Sólo es negro lo que hay detrás
de la fragilidad de los ojos;
márgenes entrecortados
de una respiración ocular.
Y sin embargo los huesos sólo viajan una vez.