domingo, 11 de diciembre de 2016

Autor: Shiki; El haiku más breve de la literatura japonesa.

Cede el color blanco,
invade el ojo y el parpado
apunto de unir mitades
en lo que se mide una pestaña.

Son elegantes brazos con los
que acercar a tocar la imagen
del otro.

El llanto de una pulga
todavía suena más vacío
dentro del hoyo imparcial
de las pupilas.

Nos vestimos en el orden
que nos impone la extremidad
de nuestros cuerpos.

Mira como se construyen los dedos,
su tacto de resaca cuando bordean
en luto la memoria de un muslo contra otro.

"Me voy;
te quedas:
dos otoños."


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