sábado, 10 de diciembre de 2016

La teoría del Otro

"El cadáver era de otro"

La elipsis de su cuerpo
como de h intercalada.

La infancia de los gusanos
crecía en sus manos
entre los poros podridos
y ridículos de su gesto inexpresivo.

Me recuerda al calibre de los ciervos.

Incluso en su hora más alejada
en el escalofrío del bosque,
el aullido de la bala todavía
goteaba en la sien.

Las huellas del cazador se confundían
en el rocío de la escarcha.

El cuerpo de los muertos
siempre se mantiene fresco
en sus primeros intentos.

Un cuerpo existe sólo para
verificar nuestra propia existencia.

¿Y el resto, qué pretenden enseñarnos?

No amanece igual para todos los cadáveres
este en concreto, no era el mío.

"Era de otro"



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