jueves, 8 de diciembre de 2016

Ilinx

Te abrieron desde la mandíbula
al sexo.

Huésped de Dios.

Pinté con tu sangre mi piel,
Comí de tu carne,
y sacié el apetito
de los ángulos que se invierten
obtusos de boca a boca.

Sabe dulce y blanco como una oración.

Es una pupila negra la rutina hinchada
que observa detenidamente
como penetra el tiempo y se cobija
para crecer más apartado.

El oxígeno tiene ese color leve
de dar vida por accidente
en el vértigo de los átomos.

"El Sol ahora es negro, y no puedo ver el día"






No hay comentarios:

Publicar un comentario