miércoles, 4 de diciembre de 2013

Nunca sé ser desconocido frente a ti

Cuando se confundan los minutos
entre vaso y vaso, entre humo y humo.
Tal vez tenga el valor de levantarme
ofrecerte una copa y un nombre,
alomejor una sonrisa vacía de exigencia,
derrotada, dudosa de la geografía
de tu cuerpo por la noche.
Dispuesta a una pequeña historia
sin importancia, extraña, complaciente
con mi yo más cotidiano.
Porque se que existe una esquina para
cada historia, un pie de noche
para cada cama y un acertijo sin resolver
en cada corazón
Pero dejemos de hablar de mi,
todavía no sé tu nombre y yo
nunca renuncio a una buena excusa,
al fin y al cabo no existen
soluciones fáciles para un par de amantes
desconocidos, extraños...
Rápido tenemos poco tiempo
y la luna no sale dos veces
la misma noche, me dices desconcertada,
escondida entre el borde palpitante de tu copa
con el orgullo por delante
y tu escote entre bambalinas.
En el fondo los dos lo sabíamos:
El amor es un negocio cruel,
todo es cuestión de deudas
y un montón de tiempo,

Nunca sabes como pagarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario