Aquí viven ellos, los
desterrados,
héroes y villanos.
Codiciosos,
nunca contentos con
lo que te quitan,
siempre dispuestos a
pedirte más
de lo que te
corresponde,
tu propia
pertenencia.
Se han llevado las
palabras,
amistades peligrosas
para los labios
en ciertas ocasiones,
tampoco están los
demás, -malditos-
sus fotos están
veladas y el polvo
se encarniza con cada
rostro,
tapan sus historias,
desvirtúan hazañas,
la muerte de los
mitos más cotidianos.
Y aún así viven
castigados en un cajón.
Su recompensa a una
vida de falsedad,
mitos y leyendas.
Porque así vinimos,
con grandes promesas,
incesantes
noches, nombres que
no consigues recordar,
tal vez alguna
cicatriz en los labios,
posiblemente
conversaciones lentas,
dispuestas y con ese
empuje adolescente
-Nuestras preguntas
siempre se caracterizaron
por no querer saber
mucho de ellas mismas-
pero la vida a veces
es demasiado sutil
con sus explicaciones
y no está dispuesta
a negociar platos
rotos o fines sin principios
con ese tono de
protesta sacado de contexto y libertad.
Y desde aquí te
escribo.
Desde un lugar que no
conoces.
Al filo de los años y
quemado en una vela.
Feliz aniversario
amor, seguramente,
te hayas vuelto a
olvidar.
No pasa nada, no te
disculpes,
es la falta de
costumbre y dignidad.
Lo reconozco: No sin
ti, efectivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario