martes, 14 de enero de 2014

AirMax

Tengo que aprender a afrontar mi vida
con la misma actitud que estos zapatos.

Desde abajo el mundo, mi mundo,
parece un camino irrefutable
algo tan seguro de si mismo
tan convencido de la verdad
atada, por compromiso,
en estos cordones.

Caminar descalzo
sentir la arena entre los dedos,
respirar, otra vez,
y otra, y otra, y otra...
rozar la herida marrón
de la tierra corrupta
por el agua que salpica
desde arriba,
desde allí,
dónde no llega nadie,
dónde no existe horizonte
que no caiga desde la luz compartida
de la más humilde y austera mañana
en la que que sólo sobrevive
la débil luz habitada de un amanecer.

Sí, allí arriba ya no vive nadie,
pero aquí abajo todavía
camina esta piel marrón
de cuerdas como labios
o como lazos de unión
entre lo que se camina
y lo que nunca se ha caminado.

Joder.

Tengo que aprender a caminar,
pero nunca seré capaz de entender,
como se afronta con actitud
que el mundo que te pise desde arriba
sea yo mismo.

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