lunes, 13 de enero de 2014

El hombre en busca del sentido

Los días vencidos,
aquellos días en los que tranquilos
cede una historia de dos
en el rato de una calle.

No tienen ciudad.

Carecen del espacio necesario
que de razón, o sentido,
ya que la razón nunca debe
de seguir el único sentido
que de razones a nuestra vida,
asfixian lentamente la anchura de esta calle.

Barrio de la Estrella.
Aquí no queda cielo,
el techo uniforme que plantea
el vértigo de los edificios
sólo supone una cima de hormigón 
que se arma con el valor de un hombre.

Yo, ni hombre, ni valor,
viajo por este atajo,
por esta esquina
por la dobladez
desde la que se asoma tu ventana.

Y pienso si con razón o sin ella,
alguna vez tuvo sentido.

Aquella fatalidad que es mirar desde el otro lado de tu ventana.


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