viernes, 28 de febrero de 2014

XX

Tengo 20 razones por las que tener pasado.
igual que se tiene cruz y nombre como buen rey judío.

Nunca he sabido ser buen practicante.
Lo cierto es que creo en lo que hay que creer
igual que se cree ciegamente en el amor de una madre.

Muchas veces me cuestiono la validez de mi argumento
las palabras que siempre preguntan dónde deje mi pasado
¿Atrás?

Católico, relativista y muy protestante.

Miro hacia adelante porque es donde encuentro
la ciencia que plantea un pasado próximo.

Son ya 20 años de rabia y búsqueda.
Lo he probado prácticamente todo,
Juro que he intentado ser yo mismo,
no ser yo, ser yo otro distinto, sólo ser,
e incluso he intentado no ser, sabiendo
que se es, por el mero hecho de negar
una existencia impuesta por el seno de una madre.

He intentado ser yo mismo a tiempo
y al mismo tiempo no serlo.

Cuando pienso en como duele, aquí arriba me refiero,
las huellas de las yemas de un fantasma,
entiendo, aquí abajo me refiero,
que el pecho sólo conoce la lengua y la palabra
de las serpientes que trafican con manzanas.

El tacto del cuerpo de un poema al desnudo,
no se diferencia mucho menos de un alma sin cuerpo.
Por eso siempre tengo miedo de que llegue el día,
en el que tenga que contarme mi pasado.

Por si se me olvida después de tantos años de Iliada.
Porque me quedan otros tantos de Odisea.

Aquí en medio me refiero.

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