miércoles, 18 de enero de 2017

La inferencia neoreaccionaria y los manuscritos del mar muerto: una conspiración modernista

Casi es un cuerpo completo
el gramo desnudo del insomnio ahora.

El capricho dulce y lento
que rodea la frágil intimidad
de una ojera.

La espina de sangre
alrededor del corazón
oscuro de algún solitario
bedel que cierra todos los
ojos, que apaga todas
las sonrisas.

El frío roto que despierta cuando hiela.

Y en la noche ven perderse
conversaciones sucias
que limpian una lengua
frente a otra y dicen:

"Por qué es extraño y agradable
cruzar debajo del reloj exacto
que nos marca la hora que perdemos
al dormir en paradas largas
y besos lentos que no se dan
por miedo al compromiso"

Un capricho es un aviso público
que protesta porque carece
de interés personal.

Es un ciclo desordenado de amor abusado
que se repite porque sí.

Que cuanto más se usa
menos envejece.

Lo sé, es una sensación húmeda
que no se apaga.

Es extraño, todavía es posible
pero sólo si tú quieres,
porque sí.




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