jueves, 12 de enero de 2017

Caminaban

Ahora que duerme
espesa la orilla
en su nostalgia.

El animal de la Luna
que sólo da caza de noche
viene con la precisión
reservada a los que
se sujetan los bolsillos
por el frío.

Y caminan,
y caminan
y caminan.

La ruptura íntima
que sólo tú conoces,
te conoce.

El beso pretérito,
las parejas que disimulan
que sus manos les entienden,
igual que los niños
que atraviesan la infancia
de semáforo en semáforo
preguntándose por las órdenes
del color.

Y caminan.

Caminamos cogidos
de la mano porque
preferimos que nos digan
cómo es perderse.

Da miedo hacerlo solo.

Nos daba miedo caminar
con las manos metidas
sin nada en los bolsillos.

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