miércoles, 13 de agosto de 2014

¿De dónde vienes, con quién has estado?

Siempre he querido decir:
Yo. Me bajo aquí. -Y no saber dónde estoy.

Estos autobuses son búhos diurnos de ciudad,
me monto en el mismo número porque no sé
la dirección de tu casa cuando vengo,
ni cuando me voy.

Yo te pongo voz cuando no estás en casa,
me he quemado los ojos pensándote a oscuras.

La imaginación del que depende de la realidad para tenerte.

Mojada de tierra. Llueves.


Rodeado.

De dónde vengo traigo distancia.

Se puede mirar el silencio con los ojos abiertos
hacer política con un cuerpo mirado así, callado,
sucio por encima de los hombros, una vista cansada
de mirarte y no ver un desnudo familiar.

-¿A dónde?
Entonces, me preguntas.

Ella puede mirarme, hacer política.
Desnudarse y no sentirse extraña.
Negociar la ropa, si fuera necesario.

Se puede venir de uno mismo y traer nostalgia de si.

Has cambiado con los años, has cogido frío.
Pero no me importa.

Puedo mirarte en voz alta, hacer oposición,
jugar en casa,
y negociar, si fuese necesario, una tregua.

¿Crees que puedes viajar solo al extranjero?

No hace falta irse, puedo estar conmigo mismo
y sentirme lejos de mi.

-¿A dónde?

Contigo.







No hay comentarios:

Publicar un comentario