domingo, 6 de abril de 2014

Ropa interior. Calcetines.

La melancolía es una bebida que se sirve fría.

Es el olor más resacoso de desorden,
huele como se debe mover un armario
en una mudanza de ropa resabiada
y sucia con el idioma de los dedos de las manos.

Sujétame la memoria no sea que se caiga.

No sea que sepa de repente quién soy,
o porque hago lo que hago si soy anónimo
cuando te busco con la misma furia
con la que la lengua no me deja decirte.

La hemorragia de la soledad cuando piensas como sangra la ventana.

Las corbatas que te visten a pedazos,
botón a botón.
Desabrochado de la cabeza a los pies
y con la misma sensación de vértigo
que cuando te descalzas los calcetines.

Uno siempre tiene más frío desnudo desde los pies.




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