jueves, 10 de abril de 2014

Descartes

La boca de la memoria es como un animal herido.

Es tiempo, costumbre, formas de vivir pensando,
formas en las que vivir la costumbre del tiempo
y la sensación de vivir pensando.

Pienso luego tengo boca.
Y memoria.

Estoy cansado de repetir la misma palabra siempre,
parece que nunca se me olvida mencionarla
aquí, allí, o hace años que fueron semanas.

No sé escribir si no es desde el pasado hasta el presente.
Y eso está mal. Se debe escribir siempre desde el presente
hacia el pesado.

Hacer examen de conciencia y poner suspenso a tu cuerpo.
Cometer el mismo pleito carnal a la hora de dar un beso
o besar despacio el musgo y la piedra de las perlas de la boca.

Es más profunda una palabra si se talla contra el suelo.

Las manos de la arena siempre son más finas
que el detalle de una coma rodeada de momentos.

Al fin y al cabo es lo que me queda.

Momentos, que voy eligiendo por descarte.
Pienso, o eso creo.


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