viernes, 29 de noviembre de 2013

De ciudades habitadas

Canto a la cólera y a los hombres
pero,  también te canto a ti.

Tú habitante de ciudades  deshabitadas
héroe nocturno de la luna de los taxis
corazón de las miserias callejeras.

También te canto a ti.

Puede que tu historia, habitante,
no sea distinta de las grandes gestas,
que tu vida sea una leyenda repetida
entre olas de asfalto, rascacielos olímpicos,
caprichosos con sus cielos temerarios del cemento,
titanes urbanos.

Uno de tantos y distinto de tan pocos.

Y tu historia, habitante, fundará nuevos mundos,
mundos de automóviles y calles estrechas
de tranvías breves, vagabundos de raíles,
de políticos de barro,
de televisiones cotidianas a partir de las tres.,
de revoluciones impuestas por aquellos
capaces de renunciar a sus sueños.

Quiero decir, habitante, que tu odisea
no será distinta de aquellos viajes
inspirados por musas clásicas.
Seguramente tus sirenas duermen
en los vasos ahogados de los bares,
tus reinos dominaron habitaciones
con números de hotel y noches mal pagadas.
Y el amor este amor tan trágico
vivirá más allá de los aeropuertos
y el azar de sus aviones.

Habitante, viajero, hombre,.
También te canto a ti.
Aunque ya no queden héroes
ni ciudades que fundar.


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