viernes, 3 de febrero de 2017

Rencor Distópico

Un pequeño
átomo de horror
es inevitable;

Todavía servían
los brazos
para contagiarse
con aquel calor
que no da la luz.

Te marcaron.
Señalaron
el color incómodo
de tu piel.

-La costumbre suele
                 ser cómplice.

Decidimos que el color
era aquella raza justificada
y propia de los cuerpos
que nacen en otros.

Sólo cabían charcos
en el Iris común
indefendible y triste.

Mírame cuando te hablo.

No dejes que la infancia
de aquellos niños
señalen la crueldad
con la que se mancha
una piel que no se quiere.



No hay comentarios:

Publicar un comentario