De pequeño nunca rompió un plato
pero ahora deleita
su garganta con
el manjar reciclado de los
gusanos.
El Brick al contenedor amarillo.
las semillas al verde.
Con algo de suerte alguna gota suculenta
en el ópalo fosilizado y pobre
de alguna lata de aluminio que con alegría
y cierta nostalgia nos informa de
cero cafeína
cero azúcar,
y
Pilar.
Manuel, Sergio, Ana, Alejandro [...]
Todo es posible con la chispa de la vida
incluso cuando te alimentas a
base
de pobreza energética.
Aquel contenedor era un banquete frugal de despojos.
No tenían cuchillo que serrara el pan duro
ni cuchara con la que sostener el
líquido caliente y apretado que engrasara sus estómagos
como aceite de motor.
Y aún así conservaban dentro de alguna lata lamida de atún
dignidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario