sábado, 14 de junio de 2014

Cantera

El odio y la paz son un negocio de la indulgencia.

Me gusta que me mires así, con odio,
los ojos una vez tallados en lo blanco
son las llaves de la casa una vez
que toca devolver las cerraduras.

Hija de la ira.

Muerdes con ojos de medusa.
Piedra para la vergüenza.

Mírame así eternamente Medusa.

Con el mismo odio con el que se mira la paz injusta
porque no queda más que un acuerdo silencioso.

Tú me miras, y yo hago como que soy de piedra,
por si alguna vez hay que tallarse y observar.

Que corazón sin ojos, cabeza de serpiente.

Piedra a piedra.


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