sábado, 11 de octubre de 2014

Cambio Climático

Afila las nubes
sus huesos amarillos.

Animales heridos,
buenos salvajes.

Su lenguaje gris,
primario.
A primera voz
ensuciados de tierra
tu horizonte en vertical.

Nievas de forma interior.
Cambio climático.

Sol, rutina.
Saliva de sal,
deshaz lo que Dios
no ha hecho.

Y lo que haga el hombre
sólo sirva de ejemplo de nostalgias.

Yo, por ejemplo.
Afilado y ejemplar,
herido.
Domestico hogares
sin habitar.
Huérfanos de llaves delatadas,
una dirección que preguntarte,
o lavabos de un sólo sexo,
único uso.

Dos veces. Reciclado.

Con que imprudencia
aprendimos a decir que no.

Ahora, ahora.
Nunca. Nunca.

Todo cobra sentido desde el final.

Pero no llegué a empezarte.

No.
Ni ahora, ni nosotros,
ni nunca.

Nunca.



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