Hablar con tus huesos
me distrae de la muerte.
Pienso en tus costillas
afiladas apuntando
hacia el centro.
Amortiguando el corazón.
Roe el ombligo
su migaja diminuta.
Amputados al nacer.
Y pienso distraído
en dónde mueren los círculos,
y en lo difícil de atravesar
una pupila sin un alfiler.
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