lunes, 29 de agosto de 2016

Ríos Rosas

He vuelto a vaciar
de sal tus huesos,

A limar los restos
de piel acuchillada
contra la carne podrida
de los dientes.

Y aún así es más resbaladizo
el dedo detrás del cristal.

El río rojo que erosiona
las muescas irregulares
de los brazos parecen
ahora un mar ahogado
más salvaje.

Es más violento así quererte,
vacío de huesos, sin aliento que morder.

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