Es sencillo ser desconocido.
Te veo y
Te imagino con un nombre,
cualquiera, tal vez uno equivocado,
Una edad no muy avanzada,
parecida a la mía.
El año de los búhos
y los horarios que terminaban
de ser adolescentes.
Es sencillo, te veo de pie desnuda
en el orgasmo de los dedos,
en un beso imaginado y apretado,
en la forma de abrir la puerta
y decir hola o adiós.
Ser cómo son las cosas sencillas
El sofá separado por la excusa
de alguna de tus películas antiguas,
esas que recitas su guión
sonriendo de carrerilla:
"De nuevo en la brecha amigos míos"
La ropa haciendo de bandera
marcando lo que es tuyo
y lo que no es mío.
Te miro y pienso que no estaba equivocado,
que no nos conocíamos
Tener nombre es muy sencillo,
lo difícil es saber como te llamas.
Y no decirte nunca nada.
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