“Si, le maté por dinero
y una mujer. No conseguí el dinero ni la mujer.
Estupendo”
Ni el hueco estupefacto
que deben dejar
los que acaban de amarse
y no saben como despedir
a carne
y mechero
un consuelo,
licor,
la pluma lenta
y decidida
de un cuco
tras las nueve menos cuarto.
Suele ser un gran deporte
practicar el fracaso por diversión.
Yo tampoco volví a verla
se
despidio
como
se despiden
las
estrellas
de
cine.
Entre niebla
y alguna frase memorable,
que nunca consigo recordar.
"Somos demasiado egoístas para merecernos el uno al otro"
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