viernes, 7 de octubre de 2016

inherente

Cierro los ojos
e imagino el tallo
pálido y lento
bailando.
Se enreda una yema,
y otra, y otra,
La música pesa
en la ropa
y se destapa el interior.
Se eriza contra tu cuerpo
la correa, y como dos
Planetas atraídos,
gira lentamente
la luz apagada.
La primera tajada
en la piel siempre
es la mas fresca.
Siempre es la más
Impaciente.
Siempre es la más
Lenta.
Un cuerpo rodeado
es una batalla perdida
una invasión pactada
y elegida.
Nunca puedes tocar
lo que no puedes vencer.
No pierdes lo que no es tuyo.
Y así es como, cierro
los ojos, y pierdo
un hueco vacío
Inexpresivo, Irreal.
Inexistente.

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