martes, 9 de enero de 2018

Lo he intentado

Fue aquel ángel,
      el que con su
        suicidio,
envolvió su torrencial
pluma mientras
 jadeaba la lluvia
        entre párpado y pestaña.

Y entonaron entonces las
   manos recogidas de su padre.

    Como un chasquido
 leve y pronunciado
     con la garganta encogida;

Los diálogos
   de la piel,
un hueso, otro,
el tendón
del dedo que todavía
no se ha pronunciado pronto.

Llegamos tarde al amor
y al tiempo.

Levantó su máscara;
Debajo no había
ojos vigilando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario