viernes, 22 de abril de 2016

pɔnte ˈvɛkkio

¿Cómo crecen
tus años en el vientre
cuando el tiempo separa
las voces conocidas
de cuerpos tocados?

Y entonces,
la pupila añil infestada,
el rencor que mantiene
intacta tus yemas.

Perdura el capricho,
sus muslos ausentes
entre las manos mojadas
de la brecha.

Fluyó tu río en nosotros.

Regó la rutina que crece
encima de los puentes.

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