martes, 24 de febrero de 2015

Creció, y fue frío, después de todo.

Entro dentro de ella
el tacto ya no existe.

Vuelve a ser el desorden
de las flores que crecieron
la noche en que fuiste invierno.

Y crece separada la distancia

Lo que cierra los ojos
después de ser visto.

Un nombre aparte
que duele por no encontrarnos.

Por encontrarte y que no recuerdes
quién soy.
No saber quien eres ahora.

Y encontrarte de nuevo fingida y equivocada.

Vergüenza de una piel
que quiere decirte:
Frío, mírame a los ojos
y dime que ves en veinte palabras.

En veinte razones
por encontrarnos como
la primera vez.

Y no saber quienes eramos
ni lo que íbamos a hacer.

Y hacerte otra vez equivocada y fingida,
pero con un nombre distinto.

Que yo me equivoque otra vez al decir:
¿Cómo te llamas?

Tengo nostalgia de algo que nunca ha sucedido.
La nostalgia de saber quien eres.

Y no poder hacer nada por impedirlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario