Mordieron las primeras
letras
su pincel de ébano.
La sed; el cielo está enfermo.
Cabeza de cabra
y
cuerpos de mujer.
Letanía sumergida y apretada,
colérica dolencia.
Se esparce su semen
y parece
el hijo no-deseado
de una negra virgen.
Y
te
rezó
su pestilente
existencia
La gloriosa forma
con la que
se clavan las puntas
en una estrella.
sed non satiata.
Dans l´enfer de ton
lit devenir Proserpine!
La muerte, muere primero.
El cielo es de noche.
Y
si
mañana
se
esconde
el Sol.
nadie esperará a que nadie se levante.
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