miércoles, 27 de enero de 2016

Retrato de Mäda Primavesi

Parece tropezado
el aguijón inmediato
de las coronas de muérdago.

Tocarte y fuga.

Castigado al rincón de pensar
reza la pared:

Beatus vir qui suffert tentationem,
quoniam cum probates fuerit
accipiet coronam vitae.

Apología de una memoria infranqueable.
Inútil, peregrina.

Incómodos y extraños,
a veces imagino que te encuentro.

Sin embargo este salón,
sigue mostrando
una escena cotidiana,
infinita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario