Hablas el idioma de las cigarras.
Hormiguea el verano.
Esopo y las aves.
Las náyades acariciando
la voz torcida de las espigas.
Nada vuelve infiel
la piel morena de Al-láh.
Un estanque sin infancia,
una mujer del color
que refleja los pies del agua.
Estas estanterías,
sus últimas palabras
tropicales,
su cáncer o capricho.
El paréntesis explicito de:
Hoy ya no estoy aquí,
aunque te recuerdo igual
que antes, o por lo menos,
con el mismo olor.
De una juventud malgastada.
Idioma, palabra, imagen.
Las manos rozadas
de dos cuerpos que no
volvieron a conocerse.
Sin juventud,
Sin, junto a ti.
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